Cada vez se oye hablar más de los espacios de coworking como una alternativa a las oficinas y lugares de trabajo tradicionales. Pese a ello, todavía muchas personas desconocen en qué consisten realmente y qué ventajas pueden ofrecer a los emprendedores, autónomos y pequeños empresarios que buscan un lugar fuera de casa donde realizar su actividad laboral, sin tener que realizar un importante desembolso de dinero por ello.
Descubrir el concepto que hay detrás de un coworking te ayudará a entender cómo este tipo de lugares de trabajo compartido han conseguido convertirse en un movimiento global en todo el mundo. De hecho, las estadísticas indican que el número de estos espacios existentes prácticamente se duplica año a año.
¿Qué es un coworking?
Un coworking se define como un espacio físico común que comparten diversos profesionales con el objetivo de que cada uno de ellos pueda trabajar en su propio proyecto profesional. Pequeños empresarios, emprendedores y trabajadores autónomos de diferentes sectores son los principales usuarios de estos lugares.
La historia
En el año 1995, en Berlín, nació el que podemos considerar uno de los primeros espacios de coworking de la historia. Estamos hablando del ya mítico C-Base, que reunía personas del mundo de la tecnología que querían trabajar en un mismo lugar.
A raíz de su éxito, esta idea se fue extendiendo a diversas ciudades de todo el mundo, aunque no se conoció con el término coworking hasta 1999. El diseñador de juegos Bernie DeKovem fue quien acuñó esta palabra.
En el año 2005, la evolución de estos lugares de trabajo compartido fue un paso más allá y nació el primer coworking oficial en la ciudad estadounidense de San Francisco. Constaba de 8 escritorios que se alquilaban dos días por semana, para que pudieran ser usados por el mayor número de gente posible. Un año después, seria conocido como Hat Factory, uno de los espacios de coworking más famosos y del que han salido algunas de las startup más conocidas de las últimas décadas.
No fue hasta el 2007 cuando el concepto coworking empezó a ser una tendencia en Google. Es decir, tardó más de 10 años en ser conocido a nivel global. Todavía tardaría 2 ó 3 años en ser popular en Estados Unidos. De hecho, en el 2010 se creó su página en la Wikipedia, un detalle que demuestra su ya creciente popularidad.
En el año 2012, se celebró la Conferencia Mundial sobre el CoWorking y se estableció la celebración del “Día del coworking” el 9 de agosto de cada año, como reflejo de su implantación en la sociedad.
En el 2013, más de 100000 personas de todo el mundo ya trabajaban en estos espacios compartidos de trabajo. Y esta cantidad ha ido creciendo de manera exponencial en los últimos años.
El reflejo de un cambio social y laboral
Los espacios de coworking son ya más que una opción de lugar donde establecer un negocio. Son el reflejo de cómo la sociedad y el universo laboral han cambiado en los últimos tiempos. Las necesidades económicas y de establecer interacciones laborales y personales entre autónomos y emprendedores de pymes han hecho que se conviertan en un ejemplo de los actuales enfoques de trabajo más novedosos que se están imponiendo en nuestra sociedad, y que se centran en la innovación y la colaboración para conseguir el éxito.
De hecho, muchas grandes empresas públicas y privadas se están inspirando en los espacios de coworking para establecer nuevos esquemas de relaciones laborales con los que intentar mejorar su productividad.
Una comunidad laboral
Uno de los aspectos por los que cada vez más empresarios se inclinan por trabajar en un coworking es la creación de una comunidad profesional en estas instalaciones. Todas las personas que trabajan en estos espacios están abiertas a colaborar entre sí, intercambiando ideas y posibilidades de proyectos. Esto hace que, entre todos, puedan crear un clima que les ayude a mejorar tanto sus expectativas de trabajo como sus resultados.
En otras palabras, un coworking va más allá de las relaciones afectivas que se pueden establecer entre la gente que trabaja en un mismo espacio, y favorece el establecimiento de relaciones estables entre profesionales de diversos sectores laborales, con todas los beneficios que esto puede reportarles a largo plazo en forma de oportunidades de negocio y personales.
Este es uno de los aspectos que diferencia a los espacios de coworking de otros centros de negocios e incubadoras de empresas, donde en principio se fomenta poco la interacción entre los distintos profesionales que ocupan las instalaciones.
¿Qué ofrecen los coworking?
Si estás pensando en dejar de trabajar en casa y buscarte un local, seguro que te interesará saber qué elementos marcan la diferencia entre los espacios de coworking y otros tipos de lugares de trabajo más tradicionales.
Para empezar, estos centros representan un importante ahorro respecto a otros lugares de trabajo, ya que evitan que tengas que hacerte cargo del importe total de todos los costes fijos, como luz o conexión a Internet. Una tarifa fija ajustada al mes te cubrirá todos los gastos.
Por supuesto, los coworking también te ayudan a ahorrar alquiler, ya que puedes contratarlos solamente por las horas o días a la semana en que vayas a necesitarlos. Ten en cuenta que tienen horarios flexibles, y que sus responsables raramente piden contratos de larga duración. Por lo tanto, puedes ajustar tu presupuesto estrictamente a tus necesidades de trabajo.
Además, respecto al hogar te ofrecen un lugar sin interrupciones ni molestias, en el que podrás concentrarte mucho más para hacer tus tareas. Esto te facilitará establecer una rutina y, por lo tanto, sacar más provecho de tus horas de trabajo. La amplitud del espacio y los equipamientos de alta calidad son otro punto a favor para decidirte por trabajar aquí, ya que difícilmente podrás disfrutar de ellos en tu hogar, o en una oficina que alquiles individualmente.
Finalmente, merece la pena resaltar que los espacios de coworking te ofrecen diversos espacios comunes, que podrás reservar cuando necesites realizar reuniones o presentaciones con clientes. También estas salas se usan en muchas ocasiones para organizar eventos y actividades de interés, cuyo contenido aporta un valor añadido a la formación de los usuarios.