Realizar el estudio de mercado, dar con un modelo de negocio, encontrar proveedores, pedirles presupuesto, que te lo envíen, renegociar con ellos para que te salgan las cuentas, echar esas cuentas, contratar el proveedor de tecnología… Montar una tienda online no es cosa fácil. Ni rápida.
El comercio electrónico sigue creciendo a un ritmo vertiginoso en todo el mundo. Solo en España, en el último año se incrementó en un 25 % las ventas a través de Internet según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Las cifras son muy atractivas para todo el sector y llegan a alcanzar los 15 891 millones de euros.
Para montar una tienda online tienes dos opciones: contratar un servicio en la nube o contratar a una consultora para que te cree una tienda web a medida. La inversión inicial necesaria para poner en marcha una plataforma a medida es mayor que la otra opción, pero conviene recordar que a medio-largo plazo los costes serán equivalentes a los desarrollos basados en herramientas de código abierto.
Pero antes de plantearte qué tipo de tecnología escoger, tienes que tener bien definido el negocio para determinar tus necesidades. No basta con que surja una idea, hay que saber darle forma y averiguar hasta qué punto es factible. Para ello es fundamental realizar un plan de negocio.
Dada la importancia del dominio, hay que establecer una serie de criterios para una buena elección del mismo. Tu meta es conseguir un buen posicionamiento web y, por lo tanto, visibilidad en las páginas de resultados de los buscadores. También es fundamental buscar el hosting adecuado. Debes elegir el mejor para tu proyecto.
El marketing digital es cada vez más importante para que una pequeña o mediana tienda online se dé a conocer entre la gente. Si reducimos las posibilidades de nuestro negocio por Internet únicamente a la plataforma de compra, desaprovecharemos la oportunidad de llegar a más gente y crear necesidades o deseos de compra con la redacción de contenido relacionado con el producto, ya sea con un blog con información o consejos.
Asegúrate de que tu negocio ofrece un proceso de compra sencillo y seguro. Trata a tus posibles compradores con el mismo cariño con que lo harías en una tienda física: describe con detalle los artículos, indica claramente el precio, elige una buena fotografía que acompañe al producto, facilita el proceso de compra y garantiza un buen servicio de entrega y postventa.
Antes de proyectar el diseño piensa primero en tu usuario, pues es a él a quien van a ir destinadas todas tus estrategias de usabilidad y quien te valore. Contemplar la compatibilidad con los dispositivos móviles en tu proyecto es imprescindible. Según un estudio de Facebook, el 45 % de las compras de hoy en día se realizan con el móvil. Y si analizamos el dato a nivel nacional, la cifra se sitúa en el 38% según un informe de PayPal y la consultora Ipsos. Por lo tanto, opta por un diseño responsive para tu tienda online.